Diciembre es un mes mágico, siempre lo ha sido y yo creo que ya siempre lo será... Independientemente de tu religión, tus costumbres...es casi imposible no sentirse contagiado por lo que vive la multitud: escaparates con juguetes, luces preciosas en las calles, villancicos que resuenan por todas partes, Papa Noel(es) en cada esquina...
He de confesar que hay algo en estos días que me encanta, no sé muy bien qué es, quizás porque aunque a veces todo es como forzado, falso o incluso existe un poco de "paripé" (como dice alguien a quien quiero mucho) el caso es que no puedo evitar sentirme fascinada con la magia de estos días. Ya no por el lado comercial de las fiestas, sino por el espíritu navideño... porque a la gente le parece su lado más humano, que ciertamente podría estar ahí todo el año, aunque quizás es mucho pedir...
Me gusta cenar en casa de mis padres, quedar con gente que no ves, quizás, desde el año pasado, pero es así, es una tradición...
Me gustaba coger vacaciones en el cole sólo pensando en la vuelta y poder explicarle a todo el mundo lo magnífica que había sido mi noche de Reyes o lo estupendo de los "días especiales". Los minutos antes de que toquen las doce de la noche del 31...
Esa magia ha vuelto de nuevo con las ganas que tenía de compartir las primeras navidades de Martina, qué ilusión ¿verdad?
En fin, que me he dejado llevar por la emoción navideña y lo que quería, hermosuras, era mostraros el mes de Diciembre de mi calendario. Espero que os guste mucho y que tengáis un buen mes, bueno, unos estupendos quince días que quedan...
¡¡¡FELICES FIESTAS!!! Y ya me diréis qué tal vivís vosotros las fiestas...
